Yo no sé dónde estoy 
y no sé siquiera a dónde voy 
ni sé qué día es hoy. 
Qué más da, voy con la marea, 
su vaivén me lleva 
suave de acá para allá, 
qué bien, qué bien se va. 
Y adormilada ver nacer 
el día y su luz, sin que importe 
saber llegar a puerto, ni saber 
si voy al norte o al sur 
y pasar loas horas sin más 
el rumbo vital 
como en sueños 
con el murmullo del viento. 
Es igual, pues siempre 
hay para todo un final. 
Qué más da, voy con la marea, 
voy a donde sea, 
quiero dejarlo todo al azar, 
sentir, vivir en paz. 
Y adormilada ver nacer 
el día y su luz, sin que importe 
el que me lleven las olas 
ni saber si voy al norte o al sur 
y pasar las horas sin más 
al rumbo vital 
del momento, 
al ritmo del sentimiento. 
Es igual pues simpre 
hay para todo un final.